SINÓPSIS
El contenido y el sentido de esta obra están expresados en su título: La historia interior. Es “historia” porque es autobiográfica y testimonial, y porque debela, en un estilo tenso y apasionado, una etapa importante de la vida Argentina desde la propia experiencia personal; es “interior” porque el autor describe, penetra y expone más su vida interior qué los meros hechos exteriores. Frecuentemente son estos últimos los que motivan el dinamismo interior.
Es probable que el lector perciba también en las páginas de este libro un nivel más profundo: la inasible vida espiritual que, como un río subterráneo, corre en lo más hondo del alma del autor.
Estos caracteres de La historia interior pueden percibirse en los siete capítulos qué el autor llama “jornadas”. En la primera puede seguirse, a través de una prosa que revela un pathos conmovedor, el descubrimiento de sí mismo en los primeros años de vida familiar y de su pueblo natal, donde aprendió, como él dice, a amar y a servir a Dios y a su país; en la segunda se descubren las instancias de su formación y de la empresa común asumida con su esposa. Entre la tercera y la séptima jornada, en el tiempo comprendido entre 1951 y el 2000, se entrelazan los acontecimientos principales del país y de la Iglesia con las confesiones de la vida interior; vivo retrato, a su vez, de una generación que es mostrada en esta obra decididamente testimonial.
La segunda parte del libro recoge entrevistas de diversa época, que el autor titula “coloquios”, en los cuales expone su pensamiento inviscerado en circunstancias históricas.
La tercera parte está constituida por cinco capítulos qué el autor llama “testimonios”, los cuales comprenden hechos puramente cotidianos y familiares, como así también crónicas históricas y experiencias personales.