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La agresión engendró la necesidad de defenderse y esta necesidad creó la vida y la profesión militares. Quien va contra el 5º mandamiento, "no matar", es el autor de la injuria, el agresor y sus seguidores, no los defensores. Los belicosos son soberbios, y los otros, los pacifistas, apocados; los violentos quieren todo a costa de la guerra, y los pacifistas, la paz a costa de todo.
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Sin StockBella y amena semblanza de San Pablo Apóstol, en el cautivante estilo narrativo del Padre Alfredo Sáenz.
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Sin StockSemblanza de San Fernando, gobernante, guerrero, santo de la Cristiandad medieval, en el estilo ameno y aleccionador del Padre Alfredo Sáenz.
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Sin StockSemblanza de San Bernardo perteneciente a la colección Héroes y Santos, escrita por el Padre Alfredo Sáenz.
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Sin StockSerie de 8 volúmenes de estudios patrísticos sobre las parábolas contenidas en el Evangelio.
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Sin StockSINÓPSIS Entonces el Señor dijo a Pedro de noche en una visión: No temas, sino habla y no calles” (Act. 18, 9). El Apóstol había sido rechazado por los judíos de Corinto y aunque se había “dado todo entero a la palabra” (v. 5) su cosecha parecía nula y entonces decidió dirigirse a los gentiles. Este mandato se dirige principalmente a los apóstoles que tienen el sacerdocio ministerial y, por eso, participan realmente de la autoridad de Cristo; pero también alcanza a todo cristiano que tiene el sacerdocio común de los fieles. Sus deberes y funciones tienen su fundamento sacramental en el Bautismo y en la Confirmación. De modo que la exhortación a no temer, a hablar y no callar, a todos obliga; el hablar, el no callar no se refiere solamente a la fiel transmisión del depósito revelado sino también (aunque en el fondo sea lo mismo) a la vida concreta, a la docencia, a la defensa de la fe y de la Iglesia, a los pequeños asuntos cotidianos que son un hablar explícito y doctrinal. Todos estamos llamados. Y el mandato de no callar a todos nos obliga, siempre que tengamos algo de qué hablar. De eso se trata. El autor ha tenido algo de que hablar en el seno de la vida de la Iglesia; por eso no calla. Del Inevitable no-callar ha nacido este libro. La obra reúne trabajos distribuidos en dos tiempos: un de reflexiónes formuladas y publicadas en los años 1973 y 1974; otro, al cabo de más de treinta años de distancia, constituido por trabajos publicados en la década del noventa hasta el año 2006. Quienes aman y defienden la Iglesia saben que les espera la “conspiración del silencio” que denunciaba San Pío X. Pero nada puede hacerles perder el humor cristiano. También el humor va implícito en la exhortación paulina: “No temas, sólo habla y no calles”. Al final, hablará Él.
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El lector tiene en sus manos no un ensayo histórico aunque lo suponga conocido, sino un estudio teórico-crítico de la concepción liberal de la realidad y del hombre que ha impregnado el mundo en los últimos tres siglos. Como lo muestra el autor, el liberalismo no es sólo un sistema político, una economía o una filosofía de la historia, sino una concepción totalizadora de lo real caracterizada por la autosuficiencia del hombre y de su mundo. El liberalismo es anticristiano como lo es el liberalismo llamado “católico”. La torre de Babel (Gn 11,1-9) simboliza el alejamiento de Dios y el compromiso y componenda con el mundo hostil a Dios. Al edificar la torre babilónica, Yahvé confundió las lenguas de los pueblos, lo que simboliza la disolución y el caos: Babel, contrapuesta a la torre de Dios donde cada uno tiene preparada su morada (Jn 14, 2). Autosuficiencia del desorden global del mundo, genial y proféticamente simbolizada por Bruegel el Viejo en su cuadro La torre de Babel.
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El autor encara el clásico tema del alma en dos planos: el de la filosofía Qué ofrece su aportación (ratio) sobre el sentido metafísico del alma humana y el de la teología (fidei) que ofrece el contenido de la Revolución; como enseña Juan Pablo II, “sin la aportación de la filosofía no se podrían mostrar sentidos teológicos (Fides et ratio, nº101); de análogo modo, sin la teología no se podrían ilustrar las verdades de la filosofía. La existencia del alma, su naturaleza, sus facultades, su inmortalidad, el alma separada son iluminadas por la fe que cura y salva la naturaleza como naturaleza. Por eso el autor medita el tema propuesto en los dos planos que, sin confundirse, se unen en armónica unidad; dice Juan Pablo II “una está dentro de la otra y cada una tiene su propio espacio y realización” (ib. Nº17). Fundado en esta verdad esencial, frente al relativismo y el nihilismo actual, revive los temas sobrenaturales de la imagen de la Trinidad e el alma, la vida cristiana, la bienaventuranza y la Virgen María madre del Redentor; y distingue la contemplación sobrenatural imperfecta en esta vida, la contemplación perfecta del alma salvada, la contemplación suprema de María y la contemplación absoluta que solo existe en Dios Uno y Trino. El autor desea fervientemente servir a los jóvenes, todos capaces de progresar en su vida interior.
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Sin StockCómo el pensamiento moderno intentó explicar el mal invirtiendo el misterio cristiano y disolviéndolo en en relativismo actual
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¿Cuál es el origen del Islam? ¿Mahoma? ¿O debemos remontarnos a Ismael, hijo de Abraham y Agar? ¿Es un pueblo bíblico o una herejía cristológica? ¿Es un puente entre el paganismo y el cristianismo, que introdujo el racionalismo griego en Europa o, por el contrario, la reacción de las culturas mágicas de Oriente contra el racionalismo grecorromano? ¿Prevalece su raíz ebionita, judeocristiana y gnóstica, en busca de un milenarismo terrestre, y es por lo tanto una religión exterior, una ideología de poder, o posee un fuerte contenido espiritual y místico? ¿Constituye una amenaza contra el Occidente Cristiano o es el último refugio de una cultura tradicional contra el materialismo occidental, sede de la cultura de la muerte? El P. Sáenz responde a este apasionante cuestionario en cinco apretados capítulos.
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En la catolización de Europa influyó también la añoranza del Imperio, el ideal imperial e imperialista de la unidad de las gentes y sus sangres bajo una ley, un Dios y un Jefe, pero manteniendo lo que denominamos culturas o identidadespopulares. De allí esa compleja armonía de personalidades nacionales que constituyeron Europa y cuyos residuos recibimos a través de España. Entre las tantas críticas que ha de recibir, nadie, espero, podrá achacarle triunfalismo a nuestro autor.Su esfuerzo abarcará varios tomos de extensión accesible y redactados con la inteligencia esclarecida, el estilo sencillo y la voluntad divulgadora que es una voluntad cordial al servicio sobre todo del prójimo juvenil televidente y telepastoreado, completamente ajeno por lo general a este enfoque realista y católico.